Introducción
La cuneta transitable o pisable, es el tipo de cuneta más adecuado para las carreteras rurales, comarcales y nacionales. Ya que su función, aparte de recoger el agua de la lluvia, es dar más amplitud o sección a la carretera, pudiendo cruzarse dos vehículos pisando sin problema la cuneta, facilitando su tránsito.


LAS MEJORES HERRAMIENTAS DEL ENCOFRADOR 2023
Pasos para la construcción:
1- Señalización
2- Corte del aglomerado
3- Excavación
4- Relleno
5- Encofrado
6- Hormigón
7- Desencofrado
8- Remates
1- Señalización
Procedemos a señalizar el tramo de actuación, ya que este tipo de cuneta por lo general, irá en el borde de una carretera. Por consiguiente avisaremos de las obras al tráfico afectado. Colocaremos la señalización conforme manda la normativa de seguridad vial:
– Retenciones
– Prohibido adelantar
– 80
– Obras
– 60
– Estrechamiento
– 40
– Zona de obras
– Fin de prohibiciones


La distancia entre señales será de unos 50 metros entre sí. Es conveniente colocar un cono al par de cada señal y alguna baliza luminosa, siempre con el fin de llamar la atención del conductor.
Esta misma secuencia la colocaremos en ambas direcciones.
Tenemos que valorar la utilización de dos personas con la señal manual de stop, a la hora del inicio de los trabajos; o bien la utilización de semáforos.
Después protegemos toda la zona de obras con conos, balizas y todo lo necesario.
2- Corte del aglomerado
Después del primer paso y tener todo perfectamente señalizado, procedemos a cortar el borde de la carretera mediante la cortadora de asfalto. Es un motor que porta un disco de diamante, que humedeciéndolo constantemente, corta la calzada a buena velocidad y dirección.


3- Excavación
Con una retroexcavadora de ruedas de tamaño mediano, empezamos a excavar la zona en la que vamos a hacer la nueva cuneta. Rebajamos, en torno al medio metro y el ancho que tenemos hasta llegar al talud, por ej. 1’40 metros en este caso.
Pisamos bien la base con una apisonadora, ya sea tipo rana o tipo rodillo.


4- Relleno
Rellenamos con grava todo el ancho de la cuneta, quedándonos en torno a 20 cm más abajo.
Mediante una plantilla, con la inclinación correcta, conseguimos echar la grava, acercándonos mucho a la altura deseada.
Cuando tengamos un tramo rellenado procederemos nuevamente a pisar la grava, creando un encachado perfecto.
Echamos grava para que todas las filtraciones del terreno o del monte , no dañen la calzada y sean conducidas por entre la grava, hasta la arqueta correspondiente.
En zonas de mucha afección de agua, filtraciones extremas etc, colocaremos una lámina geotextil y colocaremos un tubo de drenaje para facilitar la evacuación del agua hasta llegar a la arqueta.
Rellenamos hasta llegar a la altura deseada y compactamos la grava. ( La grava no se compacta pero sí que se asienta, como si se ordenasen las piezas con la vibración y peso).


5- Encofrados
5.1- Encofrado del paño
Tenemos 1’40 mts de hueco entre la calzada y el talud, tal y como hemos dicho en el ejemplo.
Hay dos maneras de encofrar la cuneta. Ganarle lo posible a la carretera con su misma rasante y peralte, y hacer la cuneta contra el monte (A), o empezar la cuneta desde el corte que le hemos dado a la carretera (B).
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Opción B |
La opción (B) tiene bastante menos complicación, ya que el encofrado de la cara interior nos lo ahorramos, pero perdemos la posibilidad de darle más amplitud a la carretera.
En definitiva la opción (B) sería igual que la opción (A) pero sin encofrar por el interior, es decir, el corte del aglomerado nos hace de encofrado interior.
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Opción A |
Como podemos ver en la imagen, hemos premarcado con una cuerda y spray antes de empezar a colocar las maderas. En este caso hemos optado por un fondillo de 15 cm por 5 cm de espesor (es el material más común). Los calzamos con unos tacos y arriostramos con unos rastreles a la calzada, sujetando en la línea adecuada con puntas de acero.
Cuando tengamos encofrada una tirada larga, empezaremos a encofrar la cara exterior de la cuneta. Si la cuneta la componen dos partes, paño y bordillo, encofraremos de igual manera que la interior del paño (con fondillos) la cara exterior del bordillo.
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Opción A |
Se pueden ver cómo tenemos encofradas las dos caras.
Queda solamente repasar el espesor que vaya a entrar de hormigón; si vemos que el espesor es superior a 15 cm, aportaremos algo de material y lo pisaremos, preferiblemente con una rana pequeña para no mover las perfectas alineaciones de los encofrados.
De esta manera lo tenemos listo para echar el hormigón.
5.2- Encofrado del bordillo
Para explicarte cómo encofrar el bordillo, voy a saltarme el hormigonado del paño, ya que viene en el siguiente apartado. Pensemos pues que el paño ya lo tenemos hormigonado.
Lo primero, cortaremos el paño cada 5 metros de longitud para crear las juntas de dilatación. Esto lo podemos hacer con una motocortadora a gasolina o bien una amoladora eléctrica, con un disco diamantado.
A continuación, cortamos unos tochos de fondillo, con los cuales, vamos a sujetar el encofrado a la vez que le damos una ligera inclinación, para conseguir que si se arrima algún vehículo, toque primeramente con la parte inferior de la rueda y no se dañen las llantas de dicho vehículo.


Apuntalamos perfectamente alineando a la vez para seguir nuestra perfecta línea. Tenemos buena referencia a seguir, que es el encofrado trasero, dejando una distancia de 10 cm entre los dos encofrados, el resultado es inmejorable.


6- Hormigón




Después de echar un par de cubas de hormigón, avanzamos un tramo de cuneta. Podemos ver, como tenemos fabricado el elemento para rasear el hormigón, con un rebaje de 16 cm, para que después del secado sirva como apoyo de la cara interior del bordillo y le dé la forma requerida a la cuneta.
Metemos unas varillas de unión entre la solera y el bordillo.
El día siguiente, y tal y como hemos comentado antes, cortamos las juntas, encoframos el bordillo y lo hormigonaremos, vibrando perfectamente, para que salga la caravista, lo más lisa posible.
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En este caso tenemos doble bordillo, porque suele bajar gran cantidad de agua de la bajante que tenemos en construcción y la conducimos independientemente de la cuneta, por detrás, hacia la arqueta. |
7- Desencofrado
Un día más tarde, desencoframos todo. Limpiamos toda la madera, recogemos todo el material y lo pasamos al siguiente tramo.
Picamos la rebaba de hormigón, que suele escapar por debajo del fondillo. Por último, limpiamos todos los restos del hormigón, clavos y suciedad que puedan haber quedado en la cuneta.
8- Remates
Restituir bien con tierras detrás de la cuneta, resulta sumamente importante para lograr un acabado vistoso.
Sembramos con semilla de hierba.
Por último tenemos que rellenar con aglomerado el hueco o sobreancho que nos ha quedado entre la nueva cuneta y la carretera.
El resultado es brillante.


«Establecer metas es el primer paso para convertir lo invisible en visible.»