Introducción
Me siento muy agradecido por la petición del albañil pamplonés Ismael Maqueda Izquierdo, ya que me ha propuesto crear este artículo explicando el método de encofrado de muros con tableros, garras y corbatas.
Gracias Ismael, un placer, espero poder complacerte con este reportaje y te lo dedico!
Como bien me comenta Ismael en su correo, es un método que puede estar un tanto desfasado para los tiempos que corren, pero es un sistema de encofrado que se puede adaptar a distintos tipos de obras menores, donde por ejemplo, no contemos con grúas o medios mecánicos, ya que no hay sitio, o porque tenemos presupuestos más ajustados o más reducidos.
Mi experiencia profesional con este tipo de encofrado es totalmente nula; hicimos un murete con garras y corbatas, de más o menos 4×1 m, hace ya más de 25 años y la técnica no me convenció, es por eso que nunca he seguido eligiendo este sistema de encofrado.
Para las sujeciones del encofrado con tableros, siempre me he inclinado más hacia unas costillas de madera y sujeciones con alambre- latiguillo o ranas tensoras con varilla de 6 o de 8 mm; me han transmitido más confianza y fiabilidad. Aunque reconozco que es verdad que el sistema de garras y corbatas aguanta bien, incluso altas presiones de hormigón, controlando el vibrado y el hormigonado.
Pero tampoco me gusta demasiado el acabado de este tipo de muros estéticamente. Te recomiendo, sin duda, que si es un muro caravista, utilices un encofrado modular industrializado ( «chapas» o paneles de encofrado).
Ésta podría ser una opción; es un ejemplo de un encofrado ligero manuportable, para sitios de difícil acceso, pero que mantiene una estética maravillosa en muros caravista: https://youtu.be/XkA7vERfP8I.
Bueno; resulta que he ido documentándome de un lado y de otro, he buscado fotos en internet y he preguntado a encofradores de la vieja escuela, para que quede un artículo, como se dice por aquí, «con fundamento».
Tengo que agradecer sobre todo a Bautista Leonet, amigo mío y ex-enconfrador, su ayuda y todas las explicaciones que me ha
Eskerrik asko, Batista!
( Quiero que para cuando acabes de leer las explicaciones de este artículo, las entiendas a la perfección y estés totalmente capacitado para encofrar cualquier muro con tableros, garras y corbatas; espero que siguiendo todo el proceso paso a paso, así sea 😉.)
Sin más, empezamos:
Elementos principales necesarios y características
Tablero tricapa
Son los tableros que utilizamos para encofrar, de toda la vida. Los tableros tricapa, están formados por tres capas de madera unidas entre sí por un adhesivo. Para conseguir la resistencia, es necesario que en las capas externas las vetas de la madera estén a lo largo y la capa interior a lo ancho.
Casi siempre, estos tableros están fabricados con madera de pino o de abeto a las que se le aplica aplica un recubrimiento final de pinturas o tratamientos.
Con las tres capas de madera alternando los sentidos de las vetas, se consiguen compensar los movimientos naturales de la madera limitando que estos tableros se curven o se rompan aumentando así su durabilidad y su resistencia.
Cada tablero ( 2×1 m = 1 m²) debe soportar 60 KN/ m² de presión del hormigón ( lo que equivale aproximadamente a 6000 kg/ m²) con la ayuda de las sujeciones correspondientes.
Este reparto contrapuesto de las capas, también consigue que los tableros tengan esta gran capacidad de carga. Hay que tener en cuenta que como la mayoría de las veces está compuesto por maderas de coníferas, son adecuadas por su ligereza y por su bajo coste, sobre todo si lo comparamos con otros tipos de tableros de encofrado.
Hace unos años, el tablero solía tener un refuerzo en los bordes de 50 cm; un forro metálico para aumentar su durabilidad ante golpes y unir las tablas machihembradas que las componían. Hoy en día ya no es así y vienen compuestos únicamente de madera, tal y como hemos explicado más arriba.
Sus dimensiones suelen ser:
* 2’00 m x 0’50 m.
*1’00 x 0’50 m.
*1’50 x 0’50 m.
Espesores:
*22 mm
*27 mm
*30 mm
Garras
Las garras son el elemento de sujeción de este sistema. Las garras se pueden adaptar a muchos y diferentes tipos de muros, según sus espesores. Tenemos garras desde para muros de 10 cm de espesor, hasta incluso espesores de 1 m.
Las garras de encofrado están compuestas por acero de resistencia 80 kg/mm² y tienen una capacidad de rotura de a partir de 10 KN. ( 1KN es igual a 101,97 kgf)
Corbatas
Las corbatas son los elementos que unen las garras por fuera del tablero. Estéticamente son muy parecidas a la prenda de vestir, de ahí su nombre. Son los elementos que estructuran el encofrado y le aportan el equilibrio, la rigidez y la estabilidad necesaria.


Proceso de encofrado
Solera
Empezamos con la zapata del muro acabada; con su ferralla, arranques incluidos, con una buena rasante, totalmente hormigonada el día anterior.
Rastreles
Marcamos la alineación y el espesor del muro con el tiralíneas. Colocamos un rastrel de 3 o 4 cm en la base del mismo grosor del tablero con el que vamos a encofrar. Clavamos el rastrel, con puntas de acero a lo largo de toda la longitud del muro, por las dos caras y por la parte exterior de la marca del azulete.
Este rastrel, nos sirve para elevar la primera garra unos centímetros desde el suelo para así poder introducir por el agujero de sujeción, una chaveta tipo cuña en algunos modelos de encofrado y/o enganchar la misma corbata en otros.
Cierres y tableros
Empezamos con los tableros, pasándonos un poco de largo, desde donde van a ir los cierres del muro.
Apoyamos el tablero en el rastrel, colocamos dos clavos de 100 mm separados entre sí aproximadamente metro y medio. Estos clavos quedan encima del rastrel y debajo del tablero para dejar una abertura por donde más tarde introduciremos las garras.
( Esto lo haremos durante todo el proceso de encofrado de la primera cara, entre tableros; aunque encima de los rastreles podemos colocar las garras directamente, porque no estorban para colocar el mallazo.)
Maestreo
Para sujetar los tableros, en cada junta, clavamos un cuadradillo de la altura del muro para unirlos y aplomarlos. Así conseguiremos rigidizar, sobre todo, enderezar y unir todo el encofrado. De esta manera maestreamos en cada junta a lo largo de todo el muro.
(Podemos sujetar abajo fuertemente y meter estacas detrás, al par de cada maestra y arriostrar con una tabla desde allí a la mira, o clavar directamente al suelo, si tenemos solera de hormigón que lo permita).
Cierres
Cuando el muro se interrumpe o se acaba, podemos clavar un cierre a plomo, con pendiente o como convenga; por ejemplo un fondillo de 20 cm si el espesor del muro es de 20 cm.
Cuando el muro se hace por fases y tiene que seguir; lo interrumpimos con el hormigón pero no con la ferralla ( junta de construcción):
Clavamos una tabla de 3 cm en vertical, donde decidamos el cierre. Dejamos estos 3 cm para obligarnos el recubrimiento correcto del hierro. Una vez colocamos la primera cara del mallazo contra la tabla, colocamos nuevamente una madera que nos haga de cierre y además nos separe los mallazos adecuadamente ( por ejemplo de 10 o 12 cm).
Cuando colocamos la segunda cara acabamos el cierre con un nuevo tocho de madera, logrando el espesor del muro que tengamos que hacer.
Seguimos clavando los tableros, colocando dos clavos de 100 mm, como hemos explicado antes, hasta completar el trasdós del muro en construcción.
Coronación
A continuación, marcamos la coronación del muro con un tiralíneas. Ponemos goterón o berenjeno vierteaguas cuando sea caravista o le metemos unas puntas para guiarnos en la altura de acabado, cuando no lo sea.
Repasamos alineación, colocando un taco de 3 cm en cada extremo y tensando el cordel. Vamos comprobando con otro taco al par de cada maestra o junta. Corregimos si hay imperfecciones, regulando la tabla que acodala la maestra y proseguimos con el siguiente paso.
Cajetines
Es momento de colocar los huecos para puertas, ventanas, cajas de contador con sus tubos etc.. con madera del mismo espesor que el muro.
Ferrallado
Colocamos la ferralla; normalmente será un doble mallazo y lo amarramos a los arranques. También meteremos unas celosías para separar las dos caras del ferrallado. Es conveniente tener en cuenta, que mantengamos libres de hierro las aberturas que hemos dejado para pasar las garras.
Debemos reforzar y solapar las zonas más débiles de la estructura.
Por último, colocamos separadores de 3 cm de rueda o de hormigón, para que el hierro mantenga el recubrimiento correcto.
Cara interior
Es momento de encofrar la cara interior.
Introducimos las garras por la endidura que hemos dejado con los clavos, abajo del todo, encima del rastrel.
( Reparto de corbatas: Depende de la altura del muro, la cantidad de garras y corbatas que colocaremos por tablero:
- 1 m de altura: 4 o 5 corbatas/ tablero.
- 2 m de altura: 5 o 6 corbatas/ tablero.
- 3 m de altura: 7 u 8 corbatas/ tablero.)
El reparto de garras debe ser homogéneo, manteniendo la misma distancia entre sí; excepto en las juntas de los tableros, que deben ir colocadas lo más cerca posible de ellas.
Hemos colocado la primera fila de garras, ahora colocamos un tablero y lo clavamos al cierre. Colocamos las garras encima del tablero para poder colocar las primeras corbatas. Sujetamos abajo con la chaveta-pasador y enganchamos las corbatas a las garras ( sólo en algunos sistemas; en otros se enlaza la corbata directamente.)
Una vez colocamos la primera fila de tableros, vamos con la segunda, repitiendo la operación una y otra vez. Debemos cuidar que las garras queden totalmente rectas y que no hagan quiebros a causa del hierro, ya que quitaremos espesor al muro debido a su doblez.
Seguimos repitiendo el proceso hasta completar el encofrado del muro:
- Colocar garras.
- Colocar tableros.
- Colocar corbatas.
Puedes también colocar la hilera de tableros hacia arriba, escalonadamente o en horizontal; este sistema te permite diferentes opciones de construcción.
Una vez completada toda la superficie a encofrar, con sus tableros; colocaremos los pasadores superiores enlazando las garras y corbatas por toda la cima del encofrado. ( Bastaría con un tocho doblado de varilla de Ø 8 mm.)


Le damos un repaso final, algún que otro puntal si consideramos necesario y en las zonas que más sufren los empujes del hormigón.
Andamio
Hemos acabado el encofrado. Ahora pasamos a montar el andamio por el que accederemos y desde donde trabajaremos para hormigonar el muro que acabamos de encofrar:
* Puede ser un andamio multidireccional. ( La mejor opción y la más segura).
* Pueden ser unos caballetes o borriquetas con chapas de andamio. ( Muros de poca altura)
* Pueden ser, unas maderas tipo palomilla clavadas al encofrado, creando plataformas de trabajo. ( Probablemente las más utilizadas y menos recomendables por la falta de seguridad).
Hormigón
Vamos a pasar a hormigonar. Tienes explicadas detalladamente todas las recomendaciones de un hormigonado correcto, en la primera parte del artículo:
¿ CÓMO ENCOFRAR A UNA CARA? (Con Fernando Ibarrola)
Desencofrado
Por último, vamos a ver el resultado final de la obra, después del desencofrado.
Empezamos quitando los pasadores y las corbatas. Poco a poco iremos desprendiendo los tableros, manteniendo siempre el orden y la limpieza:
Corbatas a una caja para próximos usos; sacar clavos, limpieza de tableros y apilado; lo mismo con todos los elementos, maderas, puntales, etc utilizados durante todo el proceso.
Volteamos el extremo de la garra con el martillo de encofrador, que se ha quedado por fuera del hormigón, que suele romper por la junta, quedando enrasado con la caravista del hormigón.
Quitamos las rebabas y limpiamos los restos de hormigón y maderas que se van quedando durante todo el proceso de construcción. Adecentando la zona de trabajo, damos punto y final a la explicación del sistema de encofrado con tableros, garras y corbatas.
Te dejo un enlace interesante para encofrar muros en curva con este sistema; además puedes ver todos los elementos que hemos visto y su correcta utilización:
Como he dicho antes, es un placer para mí crear este tipo de textos, espero que haya sido de tu agrado y te sirva de ayuda. Gracias por llegar hasta aquí y te espero en el siguiente artículo 😊 .
«Del mismo modo que cuando aprietas una naranja sale zumo de naranja, cuando la vida nos aprieta sale lo que tenemos dentro»
(Wayne Dyer)
4 comentarios
Yo encofraba con techos para casas con mi viejo en cuba, es un trabajo bien tecnico y fuerte, nunca se nos callo ninguna placa, mi viejo es un professional, le gustaban mas las partes donde yo le decia, puro y ahora q vamos a hacer aqui, y el me decia tranquilo cuando lleguemos ahi yo te digo jjjjjj, solo de mirar ya el sabia q hacer en esa parte, un saludo a todos los encofradores en este mundo
Gracias Yunior, un placer poder aprender de las viejas glorias del encofrado!!!
Saludos!!
Gracias por acoger la propuesta Santi!
Y por darle valor también, a la manera como se encofraba antes.
Ya estoy deseando que me encarguen otro muro.
Al hilo del artículo me viene la frase:
"No somos nada si no reconocemos lo que hemos sido"
Un abrazo,
Ismael.
Gracias a ti, una gran frase que describe el camino a seguir; abrirnos a nuevos horizontes, sin olvidar de dónde venimos.
Un fuerte abrazo, igualmente!