Este es un sistema de encofrado mediante tableros para un zuncho de hormigón. En el cual, se coloca la valla bionda, soldada a unas potentes chapas metálicas.
Después de construir, una escollera de piedras de 2000/3000 kgr que sujetan la carretera. Coronamos con un hormigón de limpieza para poder apoyar la armadura y el encofrado. Al día siguiente procedemos a encofrar.
Trazamos una línea perfecta mediante una cuerda y marcamos por encima de la cuerda con un spray para taladrar unos agujeros donde introduciremos unas varillas de diámetro 8 que será a la postre, la cara exterior del zuncho acabado.
Estas varillas saldrán del suelo unos 5 cm, solamente son para apoyar contra ellas, los tableros. Estos tableros llevarán un fondillo de unión longitudinalmente en la parte inferior, contra el suelo y otro en la parte superior, enrasado con la parte de arriba del tablero. Con anterioridad tendremos taladrados unos agujeros de diámetro 18 por fuera contra el fondillo y meteremos unas varillas del 16, para sujetar fuertemente el encofrado, ayudados con unas cuñas.
Ya la línea queda perfecta como se aprecia en la imagen. A continuación procedemos a introducir el armado. Metemos la armadura por piezas fabricadas anteriormente. Tienen 6 mts de longitud, así que solapamos las piezas con varillas de unión.
A continuación colocamos las chapas metálicas, que contienen unas zarpas, para agarrarse al hormigón y quedar totalmente unidas. Estás irán colocadas cada 4 mts, entre ejes, exactamente. Ya que la valla bionda mide esta longitud.
Aquí tenemos un tramo de zuncho de contención en voladizo, con el objetivo de ensanchar lo máximo posible la calzada.
Después pasaremos a encofrar la cara interior, igual que hemos hecho con la otra cara, sujetamos abajo al suelo con varillas. Aprisionando fuertemente con unas cuñas.
En la parte superior, colocamos unos escantillones de 50 cms, que es la medida del zuncho acabado. Los escantillones son tiras de madera para contener la presión de los sargentos. Colocamos sargentos cada 75 cms durante todo el zuncho.
Después de colocar todos los sargentos, apuntalamos para aplomar las dos caras. Por último alineamos debidamente y dejamos listo para hormigonar.
Hormigonamos debidamente vibrando perfectamente durante todo el zuncho. Talochamos a la altura, para acabar con el hormigonado.
Así queda el zuncho de contención después de hormigonar, desencofrar, rellenar, compactar y aglomerar.
Como podemos ver la rasante y la línea son perfectas. Queda preparado para que pongamos la valla.
Otro pequeño tramo de zuncho de hormigón totalmente acabado, con la valla incluida.
Lo más importante en estos casos de desprendimientos, es que al reponer el tramo de carretera, lleguemos a suelo firme con la escollera para que no vuelva a desprenderse.
Gracias.